Hijo mío, el mundo real ya lo irás conociento
y sabios doctores
te irán instruyendo.
Yo quiero poner en tus sueños
otro mundo mejor
que tendremos que hacernos
entre todos
con mucho trabajo y esfuerzo.
Hay que vivir
en el mundo real que tenemos
pero hay que admitir
que este mundo fue antes un sueño
y mañana será realidad
el que tú y yo soñemos.
.
Esto ya lo escribimos allá por la década de los setenta y después de treinta o cuarenta años sigue estando fresco y este mundo real que nos toca vivir no es el mismo de entonces. Vamos a seguir utopiando para que el mundo real de nuestros hijos y nietos sea el que ahora soñamos.
Espero y deseo que nuestros hijos y nietos sigan también utopiando para dejar a sus descendientes y a toda la humanidad un mundo más justo y en paz.
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